Buscando la resolución de un problema que lo preocupaba hondamente, Benjamín Franklin hizo el siguiente experimento: después de caldear una habitación, abrió la puerta que la comunicaba con otra inmediata que conservaba la temperatura ambiente, mucho más fría, naturalmente, que la de la habitación caldeada.
Puso luego dos velas encendidas: una en la parte inferior de la puerta; la otra en la parte superior. Después colocó una tercera en la parte media poco más o menos.
Los niños pueden hacer esta experiencia y decir:
1º.- Qué observaron.
2º.- Qué consecuencias pueden sacarse del fenómeno observado.