Una experiencia a imitar
Junto con la Maestra CAPDER de Rocha nos dirigimos al Centro Ecológico Integrado al Medio Rural (CEIMER).
Dejamos la capital rochense y tomamos la ruta 15.
En el kilómetro 18 se encuentra este Instituto en un predio de cinco hectáreas.
El 1º de agosto de 1911 comenzó a funcionar en este local una escuela rural. La construcción central es sólida, con amplios salones, casa para el maestro y una luminosa galería.
De acuerdo al informe presentado por el Inspector Abner Prada al Encuentro de Maestros Rurales celebrado en 1957 en el Museo Pedagógico “José Pedro Varela”, esta escuela rural fue seleccionada para integrarse al proyecto de Escuelas Granjas el día 14 de mayo de 1945.
Según nos informan las maestras del Centro, en un viejo Libro Diario, consta que el 23 de mayo de 1945 se reunieron en el local escolar los docentes y el vecindario de la localidad para escuchar la palabra del Consejero Agustín Ferreiro quien explicó la función que cumplirían las Escuelas Granjas. Se consigna además que, acompañando al Maestro Agustín Ferreiro, se hicieron presentes el Sr. Inspector Departamental, todos los Sub-Inspectores y eI Intendente de Rocha.
Se destaca que la concurrencia siguió con vivo interés la exposición del Maestro Agustín Ferreiro.
Es ésta una página de la historia del establecimiento que debe ser rescatada y que evocamos con emoción porque en aquel año de 1945 las Escuelas Granjas eran, según el propio Maestro Agustín Ferreiro “una experiencia promisoria”, auténticos “laboratorios de pedagogía rural”, promovían “una esperanza” para la educación rural.
En algunos casos el tiempo lo confirmó, en otros la experiencia quedó por el camino. Hoy el CEIMER revive aquellas expectativas y se constituye en un ensayo que merece ser conocido y cuya acción debe ser difundida y multiplicada