A la Escuela Rural Nº 17 de Paso de Castro, departamento de Durazno, concurren trece alumnos.
Como nos informa la maestra se cubren todos los grados desde inicial hasta sexto año.
La mayoría de los escolares deben recorrer grandes distancias para llegar al centro docente. Algunos, los menos, viven en la zona, los otros proceden de lugares más apartados lo que determina que en los días de lluvia la asistencia baje considerablemente. Este problema se acentúa en los meses invernales por lo que se pierdan muchas horas de clase.
El día que visitamos la Escuela Nº 17 había mal tiempo. Pese a ello sólo faltaba un alumno de educación inicial.
La hora del almuerzo es un momento de camaradería. Los escolares conversan animadamente y cuando la charla amenaza transformarse en algarabía, alguno de los comensales propone jugar al juego del silencio y controlan que las reglas que rigen el entretenimiento se cumplan a rajatabla. Entonces reina el silencio y abundan las risas contenidas.
La dieta que se sigue es controlada por una nutricionista que orienta a todas las escuelas rurales del departamento. La auxiliar de servicio, Sra. Alba Paredes, lleva adelante los planes alimentarios trazados, cuida concienzudamente la dieta de los alumnos y ha realizado cursos sobre la manipulación de alimentos.