La Escuela Rural Nº 90, departamento de Rivera
Es amplia, bien iluminada, aireada, posee muchas aberturas: puertas y ventanas.
Cuenta con dos salones, en uno de ellos está el comedor escolar, una pieza pequeña entre los dos salones funciona como dirección.
Consta además de otras dependencias tales como cocina, una pieza que se usa como despensa y la casa habitación para el maestro compuesta por un dormitorio, comedor y baño.
Hacia un lado de la escuela, al fondo, están los dos baños de los alumnos: uno de varones y otro de niñas.
Cuenta con luz eléctrica desde el año 2010 y con agua corriente que proviene, por medio de una bomba, desde un pozo semisurgente.
Tiene una quinta de frutales y una placita infantil.
Posee un inicio de huerta escolar, ya que contaba con un hermoso invernáculo, pero con la tormenta del 20 de diciembre de 2014, se le voló el techo.
A esta escuela concurren 18 alumnos: uno en nivel 4, uno en nivel 5, uno en 2do año, seis en 3er año, dos en 4to año, cuatro en 5to año y tres en 6to año. No hay primer año.
Trabajan dos maestras: Nuvia Mariza Castro que es la Directora efectiva y éste es el tercer año que está en la escuela, atiende a 4to, 5to y 6to años y Mirian Olivera, suplente, que atiende a niveles 4 y 5, 2do y 3er años.
Cuenta con una auxiliar de servicio, contratada por el C.E.I.P., la que cocina y limpia.
La escuela cuenta con proyectos de huerta, de lectura, de Educación Física, de cuidado del Medio Ambiente.
El lugar
La Escuela Rural Nº 90 está en Capón Alto, en la frontera con Brasil, la separa de este país una calle de tierra, de arcilla.
La palabra capón proviene de caponete que son saltos de agua, alrededor de ellos se forman montículos. En varios lugares hay esos saltos de agua, ya que en la zona se encuentra agua comúnmente. De caponete surge Capón y Alto porque son saltos altos de agua.
Está en una zona de forestación: de pinos y eucaliptos. Ubicada a alrededor de 45 kilómetros de la capital del departamento, ciudad de Rivera. La vía de acceso a ella es la ruta Nº 27, 38 kilómetros y 7 kilómetros por un camino vecinal
Los niños y vecinos
Las personas de allí son muy buenas, humildes, alegres. Tienen la influencia del Brasil, se comunican algunos en portuñol y la mayoría en portugués. También demuestran esa influencia en la forma de vestir y en el saludo, ya que dan dos y hasta tres besos.
Los padres son muy receptivos, atentos, alegres y simpáticos. Integran Comisión Fomento y Consejo de Participación. Se dedican a hacer changas o a trabajos en su casa. Algunos trabajan de peones en estancias.
Crían ganado, gallinas, cerdos.
Muy pocos poseen chacra, plantan boniatos, zapallos y maíz. Algunos plantan maní.
Viajan seguido a la ciudad, algunos no.
La mayoría cuenta con un medio de transporte: auto, moto, carro y muchos tienen caballos.
Los alumnos presentan algunas dificultades y son muy cariñosos, alegres y respetuosos.
La principal característica de los niños que van a la escuela es culminar el ciclo escolar y quedar en la zona. Muy pocos continúan los estudios.
Mariza Castro