PRIMER SAT EDUCA en URUGUAY
Primer SAT para Maestros Rurales
CENTRO AGUSTÍN FERREIRO
FEBRERO2015
Aprobado por Consejo de Educación Inicial y Primaria
Con el apoyo del Ministerio de Educación y Cultura
Fundamentación y objetivos del programa SAT
Es en nuestra niñez cuando aprendemos a vivir condicionados, ya sea por las experiencias en
nuestro entorno, la educación o la cultura. Es en nuestra niñez donde reprimimos nuestro Ser
natural. La percepción de un mundo confuso y amenazante nos lleva a bloquear y limitar nuestra
conciencia, controlando lo que espontáneamente deberíamos poder experimentar, cerrando así
nuestros corazones al mundo.
Gradualmente perdemos contacto con nuestro más puro y genuino ser, fuente de amor, inteligencia
intuitiva y emocional. La pérdida de contacto con nuestro Ser nos deja una sensación de vacío y
desorientación respecto de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Como respuesta a este
sentimiento, desarrollamos una personalidad condicionada y automatizada que piensa, siente,
percibe y se relaciona con parámetros distintos a lo que somos en esencia. Sin embargo, y a lo largo
de nuestra vida, sentimos el impulso de intentar corregir el camino y regresar a ese Ser genuino.
Muchas veces ocurren eventos que nos llevan a cuestionar nuestras suposiciones y creencias sobre
quiénes somos y cuál es la realidad. Empezamos, entonces, a buscar la reconexión con la verdadera
fuente de nuestro Ser, sin saber exactamente qué nos está moviendo, qué estamos buscando ni cómo
conseguirlo. El programa SAT EDUCA aporta en este sentido tanto para el conocimiento de sí
mismo de los educadores como para el trabajo concreto en su rol docente.
Actualmente el proceso SAT se realiza en tres etapas o niveles sucesivos de nueve días cada uno
con intervalos de un año entre los mismos. Algunos de sus objetivos son:
- conocerse a sí mismo a través de la comprensión del propio carácter;
- desarrollar e integrar las facultades intelectuales, emocionales, instintivas y motrices;
- estimular la creatividad de los propios recursos y el desarrollo de la espontaneidad;
- cultivar la atención y la autoestima entendida como el bienestar que da la coherencia entre los propósitos de la persona y su realidad;
- promover el desarrollo del sentido de comunidad para facilitar las relaciones interpersonales y allanar dificultades de comunicación.
Teniendo en cuenta estos objetivos entonces, ¿por qué hacer un SAT EDUCA en Uruguay?
La importancia del conocimiento de uno mismo, a través de la comprensión del propio carácter,
y la toma de conciencia de los procesos personales es uno de los factores que, quienes participan,
logran visualizar más claramente en un proceso SAT. El currículo del SAT ofrece a los docentes
herramientas y vivencias para una conciencia clara de sí mismo y de los demás que repercute
directamente en su tarea, ergo, en la calidad educativa de los estudiantes.
Nuestra educación está centrada en los aspectos intelectuales y, como dice José Luis Rebellato,
“esta formación centrada en la razón ha ignorado las dimensiones cualitativas, éticas, simbólicas
y afectivas que indudablemente están faltando en el mundo. En la formación de educadores y
de profesionales se ha puesto énfasis en la transmisión de conocimientos, basada en una matriz
de transmisión unidireccional donde se niega al receptor sus potencialidades comunicativas”.
Recientemente se incluyó en los programas escolares la educación física y las artes como un
avance en este sentido, pero las dificultades económicas y la falta de preparación de los docentes,
muchas veces, impiden que se realice de forma adecuada. El SAT brinda a los docentes, en primer
lugar, seguridad para enfrentarse a la realización de tareas para las que muchas veces no están
formados pero que aun así tienen que llevar a cabo en su práctica cotidiana, y, en segundo lugar,
una visión clara de la importancia de una educación holística que contemple los diferentes aspectos
de la persona logrando una integración y desarrollo de las facultades intelectuales, emocionales,
instintivas y motrices, además de estimular y fomentar la creatividad de los propios recursos.
La escuela rural uruguaya tiene una historia muy rica en cuanto al compromiso con las
comunidades. En el libro Lecciones de un Maestro se publica un artículo del maestro Miguel Soler,
titulado “Compromiso con la sociedad y la política”, donde plantea que la palabra compromiso
tiene diversos significados, pero que se debe concebir “como la voluntad de contribuir a que
los ideales y principios que nos inspiran encuentren concreción en el seno de la sociedad,
como el empeño puesto, porfiado y conscientemente, en lograr nuestra coherencia personal
entre pensamiento y acción, entre mundo interior y trabajo, entre valores sustentados y valores
servidos. En este sentido, deberíamos desear que los maestros sean profesionales y ciudadanos
comprometidos. Y ayudarles a que los sean.”1
La experiencia en un proceso SAT ayuda en este sentido, ya que la conciencia de uno mismo
favorece a tener una conciencia más clara de la realidad en la que se vive y se trabaja, y esto hace
que el maestro se posicione desde un lugar de compromiso en ambos sentidos: interno y hacia su
grupo de referencia, los niños y su comunidad.
En línea con esta propuesta, en los Cursos de Formación Permanente de Maestros Rurales en el
Centro Agustín Ferreiro (CAF) se viene trabajando el tema vínculo escuela-comunidad; tema
que además ha sido agregado al concurso para Direcciones Rurales. Esta temática está también
muy vinculada a la creación de espacios de participación en los centros de estudios en la nueva
Ley de Educación, como son los Consejos de participación. Hemos visto en estos años, una gran
demanda y necesidad de espacios de formación en este sentido. Los maestros sienten un vacío
en la formación para el trabajo comunitario. A esto se suma la necesidad de profundizar en el
relacionamiento y de subsanar contradicciones entre los diferentes mundos y cosmovisiones
que coexisten en una misma zona, especialmente en los últimos años donde se vienen dando
importantes cambios en lo rural. El proceso en el SAT favorece la capacidad de apertura al
conocimiento de los otros, al entendimiento de su realidad y a la aceptación de la diferencia, para
construir juntos. Colabora a visualizar y reducir las contradicciones entre la formación intelectual
del maestro y la formación preferentemente práctica de la población rural y brindar un apoyo a lo
que plantea José Luis Rebellato en su trabajo La contradicción en el trabajo de campo.
Una de las características de la escuela rural y de los maestros rurales en particular ha sido el
trabajar solos y muchas veces en situaciones de aislamiento. El maestro Soler en el 1º Seminario
sobre Investigación en Educación Rural mencionaba: “Decía María Espínola y Espínola en el año
33 y aquí fue evocado, que la escuela rural sola no podía constituir un elemento de transformación
(…) Muchas escuelas viven en un aislamiento tal que el aporte profesional de la República se
reduce prácticamente al maestro.”
El SAT EDUCA realiza un aporte para reforzar el compromiso asumido desde su rol con la
sociedad, fortaleciendo y recuperando la autoestima, perdida muchas veces por la situación
de aislamiento y soledad con la que trabajan los maestros rurales. Permite, además, resolver
dificultades de comunicación y rescatar actitudes de apertura especialmente desde lo afectivo y lo intuitivo.
1 Soler, M. (2009). Lecciones de un maestro. Montevideo: ANEP – CODICEN.